LA SUPERVISIÓN EDUCATIVA EN VENEZUELA: HISTORIA, ESTRUCTURA ORGANIZATIVA Y NORMATIVA LEGAL.


 


Desde el mismo comienzo de la historia del hombre en el planeta Tierra, éste ha visto la necesidad de evaluar, controlar y reorientar las actividades que él y sus semejantes realizan en un tiempo y espacio determinado. Esta cualidad por supuesto la heredó el hombre de Dios, quien al hacerlo a su imagen y semejanza, lo dotó de algunas características de su Creador: Supervisor por Excelencia. El libro bíblico de Génesis nos narra cómo Dios en todo momento supervisó y evaluó su maravillosa creación al manifestar que todo lo creado “era muy bueno” (Gen 1:31). Igualmente vemos más adelante, cómo el Creador, al ver la maldad y las injusticias que imperaban en el mundo, “sintió pesar por haber hecho hombres en la Tierra y se sintió herido en el corazón”; por lo que envió un Diluvio universal y barrió a todas las personas, salvo las que estaban dentro del arca.

Estos sucesos, sin caer en sensacionalismos religiosos, hacen ver cómo Dios, se puede decir es el Padre de la Supervisión. En el relato mencionado al principio vemos algunos aspectos fundamentales de la supervisión: 1) Diagnóstico: Dios notó que su a su Creación le faltaba algo para que la misma fuera valorada y utilizada por alguien, e hizo al hombre. 2) Evaluación: Dios vio que todo lo creado era bueno aunque luego se arrepintió de haber hecho al hombre. 3) Acción y Control: A pesar que Dios le dio al hombre bastante tiempo para que se arrepintiera de su mal proceder (40 años por lo menos) no se cohibió de aplicar correctivos (para algunos muy fuertes), y mandó el Diluvio y eliminó la maldad de esa época; pero permitió que ocho personas se salvaran, de las cuales venimos todos nosotros. 

Estos pasajes bíblicos son sólo unos de tantos ejemplos de cómo la necesidad de supervisar el trabajo, es algo con lo que Dios ha dotado al hombre para su buen desenvolvimiento en este planeta, lo cual la historia corrobora desde las primeras civilizaciones que se formaron después del Diluvio, como la egipcia, la asiria, la mesopotámica – babilónica,  la medopersa, la griega y la romana, por nombrar algunas. De allí que la Supervisión como acción de mejorar el trabajo humano, ha sido elemental para el desarrollo de la humanidad en general. Por supuesto, como las naciones se desarrollan a partir de la educación de sus ciudadanos, es lógico que desde tiempos remotos la Supervisión haya estado presente en este apartado como instrumento de verificación y mejoramiento de la calidad de la enseñanza.

Durante el primer milenio A. C. se desarrollan las primeras formas de enseñanza en la antigua Grecia (arcaica, espartana, ateniense y helenística). A la caída del Imperio Griego, el mundo romano acoge el helenismo también en el campo docente. En el año 476, cae el Imperio Romano y comienza la Edad Media, caracterizada por movimientos culturales como el Renacimiento; el cual le da un nuevo concepto educativo al Humanismo a lo largo del siglo XVI, continuando durante el Barroco por el disciplinarismo pedagógico. En la Edad Contemporánea nacen los actuales sistemas educativos, organizados y controlados por el Estado. Durante todo este proceso evolutivo de la Educación, la Supervisión jugó un papel fundamental en la formación intelectual, artesanal y militar del hombre; la mayoría de las veces con una rigidez extrema y una disciplina autocrática basada en el castigo y la sumisión.

En Venezuela, los inicios de la Supervisión Educativa se ubican en el año 1830, cuando en el Congreso de Valencia, donde por decisión mayoritaria se decide la separación de la Gran Colombia; se crea la necesidad además de construir un modelo educativo que esté separado completamente del modelo colombiano que se venía aplicando para ese entonces (Medina García, 2011). Progresivamente la Supervisión Educativa va tomando forma, aunque ésta tenía un concepto netamente fiscalizador (a los Supervisores se les llamaba Fiscales), y es en el año 1881 cuando con la creación del Ministerio de Instrucción, se organiza la función supervisora por Distritos Fiscales, tomando en cuenta, la División Político Territorial del País. Esta división, aunque con algunas variantes, continúa hasta el presente.

En la actualidad, la supervisión es un proceso que está fundamentado en un conjunto de leyes y reglamentos que la norman y describen sus funciones y como la misma está estructurada para  llevarla a cabo en el país. La Educación en Venezuela está basada en un modelo Socialista que parte del Humanismo; donde lo principal es satisfacer las necesidades del hombre en un clima de igualdad, convivencia y buen vivir. Es por eso que tanto la Educación como la Supervisión deben ser procesos democráticos, flexibles, abiertos al cambio. Es conveniente que nos detengamos en dos aspectos importantes: La Estructura Organizativa y la Normativa Legal. El conocerlos, nos ayudará de seguro a que el proceso de Supervisión en las Instituciones Educativas sea más efectivo y por supuesto arroje mejores resultados.

El primero aspecto: la Estructura Organizativa, lo define claramente el Reglamento General de la Ley Orgánica de Educación (2003), aun vigente. Los artículos 157 al 164, describen como está estructurada la Supervisión Educativa en Niveles Jerárquicos, que van en forma decreciente desde el Cuarto Nivel hasta el Primer Nivel; correspondiendo el Primero al M.P.P.E, Viceministerio de Desarrollo Académico y la Dirección General de Supervisión Educativa. El Tercer Nivel Jerárquico, lo componen los Jefes de Zonas, Jefes de División y Docentes con Función Supervisora Zonal. El Segundo Nivel Jerárquico corresponde a Jefes de Municipios, Supervisores y Docentes con Función Supervisora. El Primer Nivel Jerárquico lo conforman los Planteles Educativos, Oficiales y Privados, donde el Director es el Supervisor por excelencia de la Institución.

A nivel de la Unidad de Supervisión Regional en el Estado Apure, la Supervisión está estructurada también en forma decreciente de la siguiente manera: Ejecutivo Regional; Secretaría de Educación; Sub Secretaría de Educación; Unidad de Supervisión y Municipios Escolares, la cual tiene adscrita la Oficina Municipal de Educación Regional; y los Supervisores. Toda esta organización, viene a complementar la estructura nacional en relación a la Supervisión.

El segundo aspecto: la Normativa Legal de la Supervisión la contempla un conjunto de leyes y reglamentos como son: La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) en sus artículos 3, 102, 103, 104 y 274; La Ley Orgánica de Educación (LOE), artículos 1, 5, 18, 19 y 43; El Reglamento General de la Ley Orgánica de Educación (RGLOE) en sus artículos del 151 al 169; El Reglamento del Ejercicio de la Profesión Docente (REPD), artículos 32, 34, 35, 36, 37 y 123.

Existen un conjunto de leyes que también son empleadas en el proceso de Supervisión Educativa como son la Ley Orgánica de la Administración Pública (LOAP), la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos (LOPA), la Ley del Estatuto de la Función Pública, el Código Civil de Venezuela, la Ley para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA), la Ley Orgánica del Trabajo (LOT)…Sin embargo, la mayoría de estas leyes sólo se aplican si en la Institución, a un funcionario se le levanta un Procedimiento Administrativo, y ahí serán los abogados quienes las aplicarán y no los supervisores. Por último, no hay que olvidar que en las Instituciones Educativas, existen las Normas de Convivencia, que al estar aprobadas por esa tríada llamada escuela, familia y comunidad, se convierten en un instrumento legal interno de cada plantel, que también es utilizado en el proceso de Supervisión.

En fin, hemos visto, cómo esa necesidad de supervisar ha estado siempre en las tareas fundamentales que desempeña el hombre para el desarrollo de los pueblos, que ésta a su vez siempre la ha normado un conjunto de preceptos que emiten los gobiernos, y que al ser un proceso abierto, dinámico y complejo; necesita de muchas personas con roles definidos, que cumplan a cabalidad con la estructura organizativa que el gobierno de turno haya conformado según las necesidades educativas que existan en un momento puntual de la historia. En nuestro país queda mucho trabajo por hacer para mejorar los resultados de las supervisiones y tomar acciones para los correctivos necesarios. Pero, para eso estamos nosotros.  Para mejorar constantemente el proceso de Supervisión Educativa.

Participantes:
Andrea Wirmairy
Alfonzo Carmen
Cuenca Yohana
Escalona Rafael
Guadamo Ennibeth
Hidalgo Sonia
Padilla Milagros
Sáez Yobanki
Sosa Yennifer

Grupo N° 2




REFERENCIAS
.  
Medina, G (2011). Estructura Organizativa de la Educación en Venezuela. Universidad Rafael Urdaneta. Disponible: es.scribd.com 

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2009). Con la Enmienda N° 1 aprobada por el Pueblo Soberano, mediante Referendo Constitucional, a los 15 días del mes de febrero de 2009. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 5.908, febrero 19, 2009.

Ley Orgánica de Educación (2009). Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 5.929, agosto 15, 2009.

Reglamento General de la Ley Orgánica de Educación (2003). Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 5.662, septiembre 24, 2003.

Reglamento General del Ejercicio de la Profesión Docente (2000). Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 5.496, octubre 31, 2000.

López Ordoñez, R (2008). Manual del Supervisor y Docente. Volumen 4. Para Planteles Oficiales y Privados. Caracas. Publicaciones Monfort, c.a.

Asociación Venezolana de Escuelas Católicas (2005). La Educación que Venezuela necesita. Manifiesto de la AVEC en referencia a la Ley Orgánica de Educación.

Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (1987). WATCHTOWER  BIBLE AND TRACT SOCIETY OF NEW YORK, INC.


La Biblia Palabra de Dios o Palabra del Hombre (2006). WATCHTOWER BIBLE AND TRACT SOCIETY OF NEW YORK, INC.

EL MUNDO MÁGICO DE LA SUPERVISIÓN

            
La supervisión escolar es un escenario variable, que radica en ser un elemento de innovación constante y/o permanente en la práctica educativa. Por lo cual, una de las tareas de mayor relevancia en el ambiente educativo es sin duda alguna “La de Supervisar”. Ahora bien, recorriendo un poco la evolución de los servicios educativos y la expansión que ha venido transcurriendo en el devenir del tiempo, se designo en principio los términos de “Inspección o Supervisión”, por lo que se revisan ambos términos en diferentes acepciones: En la Enciclopedia Encarta (2003), encontramos como inspección, la acción y efecto de inspeccionar, cargo y cuidado por velar algo, casa, despacho u oficina del inspector; al igual que en el diccionario de la lengua española esencial; como supervisión, la acción y efecto de supervisar, y como supervisar, ejercer la inspección, supervisar los trabajos realizados por otros; examinar algo, la persona a quien corresponde hacerlo.

Desde esta perspectiva, relacionamos ambas definiciones, ya que su rol principal es de verificar u constatar la acción que ejercen de algún trabajo, actividad o desempeño laboral, y por ende velar por el cumplimiento a cabalidad de las diferentes perspectivas y/o lineamientos por el cual se rigen. Por su parte, Rafael Ramírez (1928), en su obra la escuela rural mexicana, refiere a “la inspección como cuidar y velar, ejercer un papel fiscalizador estático y pasivo, sin importar que conserve su eficacia o no, mientras que la supervisión, pertenece a un sistema escolar, que conserva su eficacia para aumentar, mejorar y perfeccionar constantemente las normas, es ejercer un papel dinámico y constructor”.

Tomando en consideración las ideas de Ramírez,  podemos afirmar que la supervisión es el pilar fundamental de todo proceso de ayuda, cooperación y transformación; por lo cual se hace indispensable cambiar o transformar tanto la fundamentación como las estrategias que se han venido aplicando, muchas veces en forma rutinaria. Sin embargo, desde 1870 hasta la actualidad han transcurrido seis etapas históricas en el desarrollo de la supervisión educativa. A partir del año 1870 al 1915, la supervisión era autoritaria, autocrática donde se realizaba lo que el supervisor  ordenaba sin tomar en cuenta la opinión de los docentes.

Desde entonces estuvo reglamentada y enfocada hacia el docente, conjuntamente con lo administrativo siendo aquí donde se valoraron las aptitudes e inherencias de los docentes para hacer posible un mejor funcionamiento de los planteles educativos. Ya para 1946 crecieron las direcciones de docencia y ampliaron los servicios de supervisión para la educación primaria normal y secundaria, así como la creación de nuevos programas para la educación técnica, sumándose los de supervisión estadal y municipal, se mejoro la selección del personal de supervisión y se impartieron capacitaciones técnicas. Fue en el 1968, en el cual se presento el “Plan General de Reorganización del actual Sistema de supervisión” fundamentada en las nuevas estructuras organizativas donde el supervisor se convierte en un verdadero agente de cambio con una perspectiva global que le permita orientarse hacia la investigación-acción para mejorar la calidad de la educación.
A partir de estos desafíos, la educación requiere de una actuación participativa y cooperativa de todas las personas interesadas en este proceso dentro de la escuela, municipio o región, con la finalidad de tener influencia sobre todas las situaciones de aprendizaje, incluida el aula, centro educativo, socialización del alumno y su formación integral.
No obstante, los principios de la Supervisión Docente contempla la planificación, organización, sistematización, evaluación, la participación humana y comprensiva, educativa, cooperativa, de igualdad, orientadora, objetiva, comunitaria, democrática, en fin todos los que participan tienen libertad de opinión, e inclusive todos los actores del proceso de enseñanza y aprendizaje reciben orientación y asistencia de la supervisión, constructivista, científica, permanente.

Para poder definir con mayor claridad y certeza el enfoque constructivista es importante retomar las aportaciones realizas por Jean Piaget, David Ausubel y Vigostky, que forman parte, en su conjunto, de las características del constructivismo, contribuyendo al conocimiento y orientación del proceso de enseñanza – aprendizaje y su importancia en la labor del supervisor, el cual tendrá el conocimiento de nuevas herramientas que podrá implementar en el apoyo, asesoría y acompañamiento para fortalecer a los directivos, docentes e instituciones educativas.
Vigostky considera que “el individuo debe acercarse al conocimiento de su realidad histórico-cultural en un primer momento, y después a la conceptualización individual”; es por eso que se considera que el objetivo primordial de las instituciones no debe ser el aprendizaje por sí mismo, sino asistir el avance del individuo mediante un aprendizaje social, que da continuidad al perfeccionamiento y crecimiento de los niños.

Tomando en consideración las ideas de dichos autores antes mencionados decimos que, los principios proponen una supervisión educativa planificada y organizada, en la cual no se debe improvisar, debe tener un carácter continuo y progresivo, coordinado con todos sus miembros, participativo, reflexivo y crítico; promoviendo así, la innovación y creatividad en el desarrollo de las acciones pedagógicas. Se deben respetar las normas, incentivando los valores fundamentales en toda comunidad para un convivir armónico y productivo con el objeto de mejorar la educación los supervisores desempeñan roles tal y como si fueran actores, y esos roles cambian con rapidez y con frecuencia, tantos cambios requieren cualidades, destrezas y capacidad de adquirir, analizar e interpretar la información de una manera lógica.

De igual forma, presentamos diferentes modalidades de la supervisión educativa, en la cual encontramos en primera instancia la modalidad de la supervisión individual en la cual se utiliza la técnica de la entrevista, además permite el desarrollo de una práctica profesional y personal para que cada miembro alcance su grado de experiencia y conocimiento en las diferentes necesidades y problemáticas a enfrentar; así mismo tenemos, la supervisión en grupo en donde utilizamos la técnica de conducción y dinámica de grupos, también reduce el impacto de los choques de personalidad o las ideas de imposición del supervisor sobre el supervisado.

Por otro lado, se distingue la supervisión formal e informal, la primera es la supervisión por la que un trabajador ayuda a mejorar su práctica a un nivel optimo y en la que el supervisado es formalmente responsable ante el supervisor; la segunda no se rige por planificaciones u organizaciones, se contempla en lo improvisto, no tiene agenda de trabajo. Entendiéndose que la supervisión formal es aquella que se fundamenta en principios y normas, que se debe a una estructura, unos objetivos y una organización flexible ante diferentes acciones a seguir. Y la supervisión informal es aquella que no permite que el individuo refleje de antemano la agenda de su trabajo, es decir su planificación, sus registros.
De igual forma, no menos importante que las anteriores tenemos la supervisión directa, en donde los trabajadores implican un aprendizaje a partir de la observación, la supervisión “en vivo” o en “en el terreno”; por el contrario, la supervisión indirecta, donde el supervisor se ha de imaginar la realidad, basándose en métodos de libre asociación o de discusión de temas, como un juego de roles para ayudar al supervisado.

En fin, La Supervisión Educativa es un proceso Único, integral y dinámico’ cuya organización y metodología permite la asesoría profesional del docente, inmerso en  un sistema que cohesiona a la comunidad educativa permitiéndole el mejoramiento y perfeccionamiento constante para lograr una efectiva labor docente y un abanico de opciones ante el reto de aceptar el aprendizaje como una aventura, con un perfil demostrable en cinco pasos: tener visión de futuro, estar seguro de sí mismo, poseer una alta autoestima, Tener flexibilidad mental y ser un buen comunicador.

Referencias

CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, Edit. Porrúa, México, D.F. 1928. RAMÍREZ, Rafael. La Escuela Rural Mexicana. SEP/80. FONDO DE CULTURA ECONÓMICA, Consejo Nacional De Fomento Educativo. Dirección General De Publicaciones Y Bibliotecas/ SEP. 1982

Microsoft ® Encarta ® Biblioteca De Consulta 2003. © 1993-2002 Microsoft Corporation. Reservados Todos Los Derechos.

CUELLAR, A. Y Villareal, J. (2000). ABC De Constructivismo, Aportes Y Desafíos. Editorial ABC Del Educador.

Reinaldo López Ordoñez. Manual Del Supervisor, Director Y Docente. Volumen 6. Pág. 198- 199.
Nidya Perera (2001). Revista Educativa Para el debate y la Transformación. CANDIDUS. Pág. 66



Participantes:
Álvarez Nurys
Espinoza Rocio
Reposo Nuriz
Delgado Odaly
Piña Juana
Parra Yisminis
García Ana Yancy
            Grupo 2. Equipo N°1.





La supervisión




Epistemológicamente, la supervisión escolar se fundamenta en el enfoque humanista, el cual, según el Diccionario Enciclopédico Espasa (1994), define al hombre como entidad superior, establece el desarrollo y la actividad científica libre de directrices, confía en la razón, el método y la ciencia. De esta manera, el humanismo contribuye conjuntamente con la supervisión a transformar el hecho supervisorio y aplicar los procesos de control en busca de mejorar los ámbitos del sistema  educativo. En este sentido, el humanismo y la ciencia facilitan el desenvolvimiento del hecho supervisorio, para establecer las relaciones existentes entre diversos momentos del quehacer educativo con la finalidad de propiciar en el docente el logro de los objetivos propuestos, acumulando nuevas experiencias durante el proceso. Por lo tanto, es necesario tomar en cuenta el método como procedimiento, por cuanto permite descubrir las condiciones en que se presentan los hechos, la observación, el razonamiento y la verificación durante la supervisión educativa.

 La concepción del humanismo también se inserta el enfoque de la autorrealización, el cual juega un papel importante porque se vincula con la  autosatisfacción, siendo ésta una necesidad básica y fundamental para que el supervisor escolar, se comprometa y participe en todos y cada uno de los procesos. Del mismo modo, la autorrealización, promueve la aplicación de conocimientos básicos en el ejercicio de las funciones administrativas que ejecuta el supervisor y satisface necesidades donde se involucra la acción supervisora en forma efectiva. Asimismo, se tomó en cuenta la jerarquía de las necesidades de Maslow (2000), la cual está  relacionada con el humanismo, es decir, con las necesidades de amor, autorrealización y satisfacción. En este orden de ideas, dicho autor contempla las necesidades físicas, de seguridad, respeto e independencia, para expresar la capacidad de dominar y organizar las instituciones y ponerlas en servicio con el criterio de atender las necesidades más importantes del medio y del individuo.

La jerarquía de las necesidades de Maslow (ya citado), requieren de un proceso de autorrealización y autorrespeto como una experiencia auto correctiva que incide en el desarrollo de cualidades dentro de las cuales se mencionan: la lealtad, amistad, respeto y confianza cuyos elementos contribuyen a buscar soluciones a los problemas. Funciones de la Supervisión Escolar La supervisión educativa tiene como función primordial aplicar normas, instrumentos, procesos y procedimientos en los niveles y modalidades del sistema educativo para controlar, vigilar, garantizar y evaluar la gestión en las zonas educativas, distritos escolares, sector escolar y planteles que conlleve al supervisor al cumplimiento de la acción supervisora. Además, la supervisión escolar se encarga de suministrar sugerencias y ayudas constructivas con el propósito de orientar el trabajo administrativo en las instituciones, estableciendo unidades de esfuerzos en las escuelas que ayude al docente a subsanar debilidades, ejerciendo un liderazgo de carácter democrático y participativo. El propósito de las funciones de la supervisión escolar, destacadas por el Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio IUMPM (1986), consiste en “...establecer una unidad de esfuerzos entre las escuelas, a fin de que, en todas ellas, la tarea educativa se desarrolle de la mejor manera posible...” (p. 71). La acción supervisora permitirá el cumplimiento de los fines establecidos en la normativa legal vigente del Ministerio de Educación.



Comparación entre el Es y el Deber Ser de la Acción Supervisora El es y el deber ser de la acción supervisora

Contribuyen a buscar soluciones a los problemas educativos en forma oportuna donde se coordine y estimule el desenvolvimiento del docente en la sociedad a la cual pertenece, con la intención de sincronizar las acciones que circunscriben las actividades administrativas y su interacción con la supervisión. Es por esto que, el es, representa la presencia de las funciones técnicas, administrativas, sociales, de asistencia y mediación enlazadas con los procesos de planificación, organización, orientación, coordinación, ejecución y evaluación necesarias en el desempeño del supervisor. El deber ser, se apoya en las funciones de: planificación, organización, orientación, dirección, ejecución, coordinación, supervisión y evaluación, tal como establece el Art. 107 de la Ley Orgánica de Educación y las Funciones Universales de la Administración de Chiavenato  citadas.

 Chiavenato (2000). Adaptación: Mogollón, A. 2001
(*): Funciones Universales de la Administración.
Planificar (*) Coordinar (*) Dirigir (*) Organizar (*) Controlar

La supervisión, promueve la necesidad de difundir nuevas acciones y modificar dentro de la realidad educativa, el clima existente en las instituciones de tal forma que no afecte a los participantes, por ello, la supervisión deberá enfrentar desafíos e intercambio de comunicación, ayuda mutua para fortalecer el clima organizacional donde se canalicen las potencialidades, desarrollo y crecimiento de la comunidad educativa. A veces se confunde la supervisión con la gerencia, la cual según Chiavenato, ya citado, es una función administrativa referida a las relaciones interpersonales de los administradores y subordinados en la organización, el no cumplimiento de ella, trae como consecuencia la omisión de algunos procesos administrativos y gerenciales, por ello, es importante considerar a Guédez (1996), el cual se encarga de sustentar la necesidad de aplicar una serie de recursos administrativos bien organizados con elementos que estén articulados para que toda la organización en las instituciones educativas por medio de la supervisión educativa sean un modelo.
El propósito de la supervisión escolar es, “también establecer una unidad de esfuerzos entre las escuelas, a fin de que, en todas ellas, la tarea educativa se desarrolle de la mejor manera”. (Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio IUMPM, 1986, p.71). Este propósito va acompañado de una serie de funciones y actividades que cumple el supervisor escolar altamente calificado que le permiten orientar, planificar y evaluar las actividades académicas en las áreas de su competencia durante la consecución de metas con visión compartida.

Finalmente, el supervisor debe estar atento a enfrentar dilemas éticos en el orden sociocultural, humanista, psico-pedagógico, búsqueda de soluciones con actuación efectiva del quehacer pedagógico en las diversas áreas. En consecuencia, la supervisión sirve de canal para que las normativas del ministerio de educación logren su fin, se pueda tener visualizada la institución y la problemática que se pueda presentar en la misma así como la interacción de todos los sujetos que hacen vida activa en el quehacer educativo.



Modelos de supervisión educativa




Estos modelos mejoran las estrategias que realiza el supervisor en su función supervisora en el desempeño educativo el cual conlleva a proveer nuevos paradigmas en cuanto a dicha función, tomando en cuenta las debilidades y fortalezas de las distintas instituciones educativas a nivel sectorial, zonal y  nacional; sin embrago de acuerdo a las debilidades se incorporan nuevas técnicas que logran fortalecer las funciones del supervisor educativo en Venezuela.


 INTEGRANTES:
                                                                     KEILA RODRIGUEZ 
                                                                     MAGLEN OSORIO
                                                                     MARIELA CORDERO
                                                                     ISLENY JAIME 
                                                                     MARTA FUENTES
                                                                     ASTRID NAVARRO






REFERENCIAS
Bertalanffy, L. (2000). Teoría General de los Sistemas. México: 10ª.Ed. Editorial Fondde Cultura Económica. Chacón, F. (1986).
La Supervisión Educativa en el Contexto de la Administración de los Sistemas         Educativos de la Calidad de la Enseñanza-Aprendizaje. Revista Curriculum. 10 (18). La Victoria. Aragua: Grabados Nacionales. C.A.
Chadwick, C. (1992). Tecnología Educacional para el Docente. Madrid,España: 3ª Ed. Editorial Paidós, Ibérica, S.A.
Chiavenato, I. (2000). Introducción a la Teoría General de la Administración.
México: 5ª Ed. Editorial Mc Graw-Hill./Interamericana de México, S.A. de C.V.
Congreso de la República. (1980).
Díaz, A. (1999). Perspectivas de la Supervisión Escolar como Ámbito de Mejoramiento de la Calidad y la Equidad de la Educación Básica. (Mimeografiado).
Guédez V. (1996). Gerencia, Cultura y Educación. Caracas, Venezuela.Ed. Trópykos.
Instituto Universitario de Mejoramiento Profesional del Magisterio.     (1986).
I.U.M.P.M. Supervisión Educativa. Los Dos Caminos. Caracas. Venezuela.

Kaufman, R. (1976). Planificación de Sistemas Educativos. México.
D.F. Editorial Trillas.














COMPETENCIAS DEL SUPERVISOR



Para mejorar e impulsar una educación de calidad en la era que vivimos que es la era del conocimiento en que viven las sociedades modernas, es importante considerar los desafíos y avances tecnológicos que causan profundo impacto en la educación, donde ésta debe ser prioridad en las organizaciones y en los procesos educativos que conduzcan al avance del país. Cuando se impulsa la educación con  supervisores adecuados que tengan en su perfil La función primordial de aplicar normas, instrumentos, procesos y procedimientos en los niveles y modalidades del sistema educativo para controlar, vigilar, garantizar y evaluar la gestión en las zonas educativas, distritos escolares, sector escolar y planteles que conlleve al supervisor al cumplimiento de la acción supervisora. En este sentido, Nérici (1975), refleja las funciones o competencias correspondientes a la supervisión escolar clasificadas en tres grupos: técnicas, administrativas y sociales en las técnicas tenemos:
- Realizar investigaciones
- Orientar la labor de maestro
- Coordinar programas y planes
- Promover perfeccionamiento en el maestro
- Evaluar el uso de recursos
Administrativas:
- Realizar gestiones del proceso administrativo
- Organizar la gestión distrital
- Participar en el liderazgo del plantel
- Tomar decisiones
- Evaluar el proceso de supervisión
Sociales:
- Establecer comunicación con la comunidad educativa
- Gestionar presupuestos y gastos
- Estimular los procesos de comunicación
En este sentido, los supervisores son los administradores de la organización y sustentan su trabajo a través de la acción supervisora, la cual se lleva a cabo a través de las funciones administrativas denominadas: a) planificación cuyo fin es aprovechar las oportunidades, b) organización donde se relacionan personas, c) coordinación para sincronizar las acciones, e) dirección donde se circunscribirá el ámbito de la interacción y f) control que es la conexión del desempeño de los subordinados. Además, estas funciones son coincidentes con las universales de la administración y a veces excluyen las de orientar, ejecutar y supervisar estando estas actividades implícitas en la acción supervisora.

La fundamentación teórica de los enfoques de Kaufman (1976), teoría de Sistemas de Bertalanffy (2000), Chadwick (1992) y Stufflebeam (1996) sustentan la supervisión educativa. En efecto Kaufman, presenta varias etapas para identificar las necesidades, las cuales permiten alcanzar el éxito en los procesos administrativos, por otro lado, Chadwick, en su enfoque contribuye con las herramientas y conceptos a que desarrollen en la organización escolar la totalidad de un sistema, permitiendo que las instituciones funcionen.

Con relación a las Funciones técnicas (currículo, actualización docente, planes y programas, recursos de aprendizaje y procesos de organización administrativa), se encuentran debilitadas a consecuencia de la falta de aplicación de los procesos de planificación, orientación, asesoramiento y coordinación correspondiente al hecho supervisorio y ejecución de la acción supervisora. Las Funciones Administrativas están conformadas por los ámbitos: gestión distrital (supervisor, director, docente, toma de decisiones y liderazgo) y evaluación de la supervisión. Pudiera decirse que al existir una ausencia en la aplicación de la acción supervisora los procesos de orientación, asesoramiento, planificación, supervisión y evaluación, no se cumplirán  en forma deficiente.

En cuanto a las Funciones Sociales, les corresponden los ámbitos: Comunidad Educativa y comunicación, las cuales se encuentran desasistidas por la ausencia y falta de asesoramiento que debe suministrar el supervisor en las instituciones. En el mismo orden de ideas, las funciones de asistencia comprenden: asesoramiento pedagógico, relaciones humanas e instituciones, presentan la existencia de debilidades y discrepancias en el asesoramiento que reciben los directores de planteles por parte del supervisor.  Por último, las funciones de mediación integradas por: normativa y reglamentación jurídica, ameritan un mayor control y revisión del  Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, sustentado en un proceso de evaluación constante, donde se retroalimente la pertinencia,  congruencia y control de los resultados obtenidos integrados a los ámbitos y desarrollo de la función supervisora a nivel regional y nacional.


REFERENCIAS

Bertalanffy, L. (2000). Teoría General de los Sistemas. México: 10ª. Ed. Editorial Fondo de Cultura Económica.

Chacón, F. (1986). La Supervisión Educativa en el Contexto de la Administración
de los Sistemas Educativos de la Calidad de la Enseñanza- Aprendizaje. Revista Curriculum. 10 (18). La Victoria. Aragua: Grabados Nacionales. C.A.

Chadwick, C. (1992). Tecnología Educacional para el Docente. Madrid, España: 3ª Ed. Editorial Paidós, Ibérica, S.A.

Chiavenato, I. (2000). Introducción a la Teoría General de la Administración.
México: 5ª Ed. Editorial Mc Graw-Hill./Interamericana de México, S.A. de C.V.

Díaz, A. (1999). Perspectivas de la Supervisión Escolar como Ámbito de Mejoramiento de la Calidad y la Equidad de la Educación Básica. (Mimeografiado).

Diccionario Enciclopédico Espasa 1. (1994). Madrid, España. 11ª Ed.Editorial Espasa Calpe S.A.



EQUIPO Nº2 COMPETENCIAS DEL SUPERVISOR

FACILITADOR:                                                  INTEGRANTES:
ANGEL TOVAR                                              KEILA RODRIGUEZ 
                                                                         MAGLEN OSORIO
                                                                         MARIELA CORDERO
                                                                         ISLENY JAIME
                                                              MARTA FUENTES                                                                                              
                                                             ASTRID NAVARRO

DICIEMBRE ,2012

SUPERVISION OCUPACIONAL


 Dentro de cualquier disciplina o ámbito en que se ejecute un proceso de supervisión, se presupone que la persona encargada de realizar dicha actividad tiene un grado de preparación en tal sentido; y ha logrado desarrollar las competencias necesarias para ejercer de manera eficaz su trabajo de supervisión. El campo educativo, también está sujeto a esta premisa, y sus supervisores deben contar con el conjunto de competencias necesarias para ejecutar la labor que le es asignada. Por tanto, el desarrollo de competencias es parte esencial de la supervisión

Ahora bien, en estos tiempos cambiantes y actuales, un elemento que caracteriza y distingue a las reformas educativas es el de la "innovación", tema que si bien significa un reto, al momento de su ejecución, la mayoría de las veces, va acompañada de una compulsividad que impide su consolidación y revisión conceptual.

En este sentido, el tema de las competencias forma parte del ámbito discursivo de nuestros días y, en estricto sentido, de los discursos educativos actuales. Sin embargo, en la perspectiva de que sus planteamientos no sólo se queden en el plano del discurso sino que realmente se incorporen a la mejora de los procesos educativos, es necesario resolver algunas cuestiones fundamentales, donde lo primero es definir lo que significan las competencias:
De acuerdo a Pozo (1999), se puede obtener la siguiente definición:

Las competencias son las capacidades de poner en operación los diferentes conocimientos, habilidades, pensamiento, carácter y valores de manera integral en las diferentes interacciones que tienen los seres humanos para la vida en el ámbito personal, educativo, social y laboral…
Actualmente, las competencias se entienden como actuaciones integrales para identificar, interpretar, argumentar y resolver problemas del contexto con idoneidad y ética, integrando el saber ser, el saber hacer y el saber conocer. (p. 56)

Así, las competencias vienen a ser todos aquellos comportamientos formados por habilidades cognitivas, actividades de valores, destrezas motoras y diversas informaciones que hacen posible llevar a cabo, de manera eficaz, cualquier actividad.

En este orden de ideas, vale destacar que, en todo el mundo cada vez es más alto el nivel educativo requerido a hombres y mujeres para participar en la sociedad y resolver problemas de carácter práctico. Por lo que es necesaria una educación que contribuya al desarrollo de competencias amplias para la manera de vivir y convivir en una sociedad que cada vez es más compleja; por ejemplo el uso de herramientas para pensar como: el lenguaje, la tecnología, los símbolos y el conocimiento, la capacidad para actuar en un grupo diverso y de manera autónoma.

Para lograr lo anterior es necesario que la educación replantee su posición, es decir, debe tomar en cuenta las características de una competencia como son: El saber hacer (habilidades); saber (conocimiento) y valorar las consecuencias de ese saber ser (valores y actitudes).

Pozo (ob.cit), señala que, algunos autores han ampliado el horizonte de lo que significa una competencia, encontrando nuevas implicaciones y características dentro de ésta. Al respecto, las dos influencias principales son, en primer término, la de Howard Gardner, quien establece relaciones entre Inteligencia, Aprendizaje y creatividad en el desarrollo de una competencia. En segundo término se tiene a Peter Senge, quien ya había planteado la diferencia entre invento e innovación en su obra La quinta disciplina.

Ahora, cabe establecer la conjunción entre la labor supervisora y las competencias requeridas para tal fin. En tal sentido, debe destacarse que, la supervisión escolar es la columna vertebral del sistema educativo y esa responsabilidad que recae en los supervisores requiere de una gran movilidad, capacidad de manejo administrativo y resolución de problemas sin menoscabo de la actividad técnico pedagógica. Y debido a ello, el/la supervisora, aun siendo un profesional de la docencia debe capacitarse para el mejor desempeño de su función.

Esto significa que la integración de los conocimientos basados en las competencias, exige cambios en el desarrollo de sus capacidades y un desempeño competente, ya que como expresa De La Torre (1996), “Educar no consiste en aprender lo que otros han hecho, sino en aprender a hacer lo que los demás no han hecho” (p. 12)

Desde esta perspectiva, los/as Supervisores/as tienen una fuerte responsabilidad que asumir, enfrentando retos y superándolos, siendo por ello necesario que además de la disposición al trabajo, sean portadores del cumplimiento de los propósitos educativos, conocimientos, habilidades y destrezas; estos saberes necesarios que les permitan hacer frente a las dificultades que como parte de su labor, se les presentan todos los días.

Luego de formado un supervisor, su trabajo debe realizarse de acuerdo a una metodología, la cual estará en consonancia con las competencias que desarrolló y con sus preferencias personales. En este sentido, se habla de los diversos métodos de supervisión, los cuales, según Nérici (1986), se clasifican en:

- Científico: observación al docente en ejercicio, orientarlo para que supere sus debilidades y mejore su acción educativa.
- No directo: no directividad, forja estímulo y amplía oportunidades para que cada docente tome conciencia de su desempeño.
- Facetas múltiples o mixtas: se relaciona con la planificación o distintas técnicas de supervisión, varía en función de la situación y de las personas que actúan.
- De ayuda mutua o interpersonal: labor integrada del supervisor y del docente.
- Clínicos: doble función junto al docente, y por otro lado la orientación para que supere las deficiencias.
- Osmosis: adquisición de experiencias por contacto con la realidad y se subdivide por: micro enseñanza, representación cooperativa, descripción de escenas.

Basado en cualquiera de los métodos mencionados, o en una combinación de varios de ellos, el trabajo de la supervisión y por ende el del supervisor no puede ser casual, esporádico e improvisado. Generalmente los autores mencionan que la labor de la supervisión se desarrolla en 3 etapas, que son: el planeamiento, el seguimiento y el control. Se prevé también, la ejecución de tareas particulares.  Al seguir esas tres etapas, el trabajo de supervisión será sistemático y planificado, y podrá llevarse a feliz término sí el elemento humano que tendrá a su cargo la realización del mismo, se halla plenamente identificado con él, por haber tomado parte de alguna manera en su elaboración.

Ahora bien, la organización y realización de las actividades de supervisión conlleva una gran responsabilidad; porque la importancia de su finalidad, que está dirigida a lograr el mejoramiento de los resultados del proceso educativo. En tal sentido, el/la supervisor/a debe mantener un espíritu reflexivo y crítico en cuanto a su propia labor y el desarrollo de la misma.

Por otra parte, debe tomarse en cuenta que, la responsabilidad del supervisor/a viene dada en cada una de las diferentes funciones que realiza a lo largo de su labor, pudiendo sintetizarse dichas funciones, de acuerdo a Gallegos (2002), en las siguientes: Verificación, Información, Asesoramiento. Innovación, Mediación y Evaluación.

Para puntualizar se tienen que, el ejercer una supervisión orientada a la consecución de la mejora supone priorizar el desarrollo de la función de asesoramiento y apoyo a los centros y al profesorado para conseguir crear en los centros escolares unas condiciones organizativas, sociales y culturales que faciliten el desarrollo de propuestas de innovación y cambio.

                                                                                     Participantes:
                                                                                     Rosa Herrera
                                                                                     Liseth Pérez
                                                                                     Willians Beroe
                                                                                     Karen Zamora
                                                                                    Ada Galindo
                                                                                    Carmen Torres
                                                                                    Selenne Velásquez


Grupo N. 2 Sección 1
                       



REFERENCIAS

De La Torre, S. (1996). Innovación en la Enseñanza Universitaria. Semanario sobre Formación y Evaluación del Profesorado Universitario (1996). Huelva: Instituto de Ciencias.

Gallegos, T. (2002). La Formación del Docente para la Educación Básica Venezolana. Caracas: Librería Editorial Salesiana.

Nérici, I. (1986). Introducción a la Supervisión Escolar.  Argentina: Editorial Kapelusz.

Pozo, M. (1999). Aprendices y Maestros. Madrid: Alianza editorial.