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El acto pedagógico constituye la
relación o las relaciones que se pueden establecer entre el docente, el
estudiante, el contenido y el contexto, involucrando un conjunto elementos
dinamizadores que permean entre sí y que se fundamentan en una interacción
dialéctica, cognoscitiva, afectiva y social. Respecto a esta afirmación, Rodríguez
(2010), argumenta que el acto pedagógico “consiste en la internalización del
alumno respecto a un cúmulo de conocimientos ofrecidos por un docente cuya
mediatización es establecida por heurísticos o estrategias sencillas” (p.323). Por
tanto, el acto pedagógico redunda en un aprendizaje significativo para el
educando.
Dicho
lo anterior, es importante considerar que la didáctica emerge como el canal
conductor de una serie de estrategias y/o alternativas que van desde lo
dialógico, las relaciones interpersonales y afectivas hasta consolidar el
conocimiento, que representa por consiguiente la formación de estudiante, con
miras a la emancipación del pensamiento y por tanto la consolidación de un
individuo, crítico, capaz de autodefinirse y auto valorarse según sus propias
capacidades, todo ello desarrollado dentro del quehacer pedagógico del docente,
en los diferentes espacios de aprendizaje.
La
didáctica, etimológicamente hablando tiene su génesis del griego
"didaktike" que significa enseñar. Para Suárez (2016) es la
“disciplina científico-pedagógica que tiene como objeto de estudio los procesos
y elementos existentes en el estudio y el aprendizaje” (p.12). Por tanto, se
perfila en conseguir el desarrollo armónico de todos esos procesos que se
suscitan dentro de los espacios de aprendizaje y por consiguiente, impulsar el
desarrollo, intelectual, moral, humano, afectico y social del individuo.
Otros
teóricos, han realizado sus contribuciones al mostrar una definición del
término didáctica desde diferentes perspectivas, en las que se destaca la
opinión de entre tantas definiciones, una de las más simple y no menos acertada
podría ser la de Fernández Huerta (1985) citado por Roman (2017) el cual apunta
que la "Didáctica tiene por objeto las decisiones normativas que llevan al
aprendizaje gracias a la ayuda de los métodos de enseñanza". De acuerdo con
esta afirmación anterior, la didáctica busca la organización y orientación de
situaciones de enseñanza-aprendizaje de carácter instructivo, tendentes a la
formación del individuo en estrecha dependencia de su educación integral,
usando para ello un conjunto de métodos, técnicas y estrategias que consoliden
el aprendizaje en el estudiante, todo ello adaptado a sus interés, necesidades,
habilidades y destrezas innatas.
Desde una
perspectiva compleja se vislumbra la didáctica como el proceso que posibilita
enseñar que las cosas no son solamente cosas, sino también sistemas que
constituyen una unidad que vincula partes diversas; no objetos cerrados, sino
entidades inseparablemente unidas a su entorno y que sólo pueden ser conocidas
si se las inserta en su contexto. En lo que respecta a los seres vivos, éstos
se comunican entre sí y con su entorno y estas comunicaciones forman parte de
su organización y de su naturaleza. (Morin 2007 p. 81)
Por ello, en el
esbozo de Morin no se considera viable referirse sólo a una transformación
curricular, dada por el cambio en los contenidos o los programas educativos
aunque estos representen cierto nivel de importancia porque se basan en el que
se va aprender, sino de un cambio respecto del paradigma científico moderno de
la fragmentación y la especialización: se trata, en última instancia, de una
reforma del pensamiento que derribe los antiguos esquemas mentales, es decir,
una reforma que implica tomar conciencia de nuestra condición humana, entendida
como una condición que es producto de las complejas relaciones que tenemos con
otras personas y con el medio ambiente, en general.
Por
otro lado, es pertinente considerar abordar el origen y evolución de la
didáctica, toda vez que se considera que la misma ha ido en constante evolución
producto de los cambios y transformaciones, históricas, sociales, económicas y
culturales que ha sufrido la educación a lo largo de la historia. En tal
sentido, el oportuno mencionar que la didáctica, como ciencia de la educación que interviene en el
proceso de enseñanza y aprendizaje.
La Grecia Clásica.
No
es posible hablar de historia de la didáctica sin mencionar los principales
filósofos griegos, que de acuerdo a su estilo de pensamiento filosófico
realizaron considerables aportes para el tema en estudio, y que a pesar del
tiempo transcurrido aun se mantienen en vigencia.
Sócrates (siglo IV
a.C).
Sócrates creía en
la superioridad de la discusión sobre la escritura y, por lo tanto, pasó la
mayor parte de su vida de adulto en los mercados y plazas públicas de Atenas,
iniciando diálogos y discusiones con todo aquel que quisiera escucharle, y a
quienes solía responder mediante preguntas. Privilegió un método al cual
denominó, probablemente evocando a su madre partera: mayéutica, es decir,
lograr que el interlocutor descubra sus propias verdades. La base de sus
enseñanzas y lo que inculcó, fue la creencia en una comprensión objetiva de los
conceptos de justicia, amor y virtud y el conocimiento de uno mismo.
Aristóteles (IV
a.C)
Aristóteles define
claramente los métodos inductivo y deductivo codificando éste último de modo
riguroso y exacto, siendo por varios siglos el método por antonomasia. El
conocimiento se adquiere mediante un proceso que tiene los siguientes pasos:
percepción, memorización y asociación. En correspondencia con ellos, los pasos
didácticos deben ser: exposición, grabación y ejercicio. Los procesos de
conocimiento se producen a través de los sentidos. La mente en el momento del
nacimiento es como una tabla rasa, carece de ideas innatas y todo depende del
aprendizaje. Aprender depende directamente de la memoria, que trabaja en base a
la semejanza (relacionando cosas parecidas), el contraste (observando
diferencias) y la contigüidad (recordamos cosas que están juntas en espacio y
tiempo). Su plan de estudios consagra el trívium (gramática, retórica y
dialéctica) y el quadrivium (aritmética, música, geometría y astronomía). Aristóteles
conoció y aplicó la inducción y la deducción, el análisis y la síntesis, la
intuición y la definición en todos sus campos, e hizo una aplicación constante
del método genético o histórico.
Edad Moderna.
Juan Amos Comenio
(siglo XVI)
En el siglo XVI
marca el nacimiento de la escuela pública Europea acompañado por las primeras
propuestas que darán origen al desarrollo de la disciplina que conocemos hoy
como didáctica. De acuerdo a los postulados de Comenio, es necesario contextualizar
el origen de la didáctica en un momento histórico en el cual se observan las
siguientes tendencias:
a) Económicas:
La complejidad de las formas de producción requiere una cantidad mínima de
conocimientos.
b) Jurídicas/político/ideológicas:
la legitimación meritocrática de clases
busca legitimación en el marco de la igualdad, lo cual refiere a los intereses de la
burguesía en ascenso.
A través de su
obra, Didáctica Magna, Comenio inicia la tradición de la didáctica como
técnica, respondiendo a las necesidades de su época. Se le conoce como el Padre
de la Pedagogía, ya que fue quien la estructuró como ciencia autónoma y
estableció sus primeros principios fundamentales. Comenio es muy conocido por
sus contribuciones a las técnicas de enseñanza que, junto con sus principios
educativos, se desarrollan en su gran obra Didáctica Magna. En ella señala cuál
es su concepto de la enseñanza que se resume en una frase suya: "enseña
todo a todos". Fue el primero en instruir lenguas tradicionales mediante
el uso de pasajes de la misma y de la traducción correspondiente en la lengua
moderna.
Johann F. Herbart (siglo XIX)
En el siglo XIX
Johann Friedrich Herbart plantea que la instrucción es la manera de comunicar a
otros. Su pensamiento estuvo influenciado por los aportes de Rousseau y Pestalozzi, su pedagogía es una
expresión coherente, aunque desarrollada y evolucionada, del optimismo
intelectualista de la época de las luces. El concepto básico de la pedagogía
herbartiana es el de interés, que es principio de vida intelectual, fuente de
actividad y principio de moralidad. Supone, en un conjunto de ideas, cierta
predisposición a unirse con otras determinadas. El interés evoca las ideas antiguas,
llama a las nuevas, dirige la dinámica del espíritu. Las dos vertientes desde
donde éste puede ser fecundado, la experiencia de las cosas de la náturaleza y
el trato con los seres humanos, deben fomentarse todo lo posible en la
educación. Herbar, teme toda formación
parcializada o monopolizada estrechamente. Para evitarlo pide al educador que
cultive en el alumno la multiplicidad o multilateralidad de los intereses, a
los cuales clasifica, con relación a la naturaleza, en empírico, especulativo y
estético, y, en relación con la sociedad, en simpático, social y religioso. Una
educación completa deberá despertar, desarrollar y armonizar en el niño toda
esa rica gama de estímulos.
Edad Contemporánea.
Jean Piaget.
(siglo XX)
En el modelo
piagetiano, una de las ideas nucleares es el concepto de inteligencia como
proceso de naturaleza biológica. Para él,
el ser humano es un organismo vivo que llega al mundo con una herencia
biológica, que afecta a la inteligencia. Por una parte, las estructuras
biológicas limitan aquello que podemos percibir, y por otra hacen posible el
progreso intelectual. Piaget se adhiere a la tradición psicológica de que el
comportamiento y el aprendizaje humano deben interpretarse en términos de
equilibrio. El aprendizaje se produce cuando un desequilibrio o conflicto
cognitivo tiene lugar en el aprendiz. Este proceso de aprendizaje requiere
además de dos procesos complementarios: asimilación y acomodación. Su teoría
tiene como principal objetivo explicar no sólo cómo conocemos el mundo sino
también cómo cambia nuestro conocimiento sobre ese mundo.
La asimilación se
refiere al modo en que un organismo se enfrenta a un estímulo del entorno en
términos de organización actual, mientras que la acomodación implica una
modificación de la organización actual en respuesta a las demandas del medio.
Mediante la asimilación y la acomodación vamos reestructurando cognitivamente
nuestro aprendizaje a lo largo del desarrollo (reestructuración cognitiva).
Asimilación y acomodación son dos procesos invariantes a través del desarrollo
cognitivo. Para Piaget asimilación y acomodación interactúan mutuamente en un
proceso de Equilibración. El equilibrio puede considerarse cómo un proceso
regulador, a un nivel más alto, que gobierna la relación entre la asimilación y
la acomodación.
Lev Vygostky.
(siglo XX)
Para Vygotsky el
ser humano se caracteriza por una sociabilidad primaria. En la época de
Vygotsky este principio no pasaba de ser un postulado, una hipótesis puramente
teórica. Pero, en la actualidad, puede afirmarse que la tesis de una
sociabilidad primaria y, en parte, genéticamente determinada, posee casi el
estatuto de un hecho científico. Los análisis teóricos llevaron a Vygotsky a
defender tesis bastantes visionarias sobre la sociabilidad precoz del niño “Por
mediación de los demás, por mediación del adulto, el niño se entrega a sus
actividades. Todo absolutamente en el comportamiento del niño está fundido,
arraigado en los social.” Blázquez, (1983). p. 42.
Para el desarrollo
del niño, especialmente en su primera infancia, lo que reviste importancia
primordial son las interacciones con los adultos portadores de todos los
mensajes de la cultura. En este tipo de interacción el papel esencial
corresponde a los signos, a los distintos sistemas semióticos, que, desde el
punto de vista genético, tienen primero una función de comunicación y luego una
función individual: comienzan a ser utilizados como instrumentos de
organización y de control del comportamiento individual. Este es precisamente
el elemento fundamental de la concepción que Vygotsky tiene de la interacción
social: en el proceso del desarrollo esta desempeña un papel formador y
constructor. Ello significa simplemente que algunas categorías de funciones
mentales superiores (atención voluntaria, memoria lógica, pensamiento verbal y
conceptual, emociones complejas, etc.) no podrían surgir y constituirse en el
proceso del desarrollo sin la contribución constructora de las interacciones
sociales.
Paulo Freire
(siglo XX)
Seis son los
rasgos que caracterizan el modo de construcción de pensamiento de Freire que,
de adoptarlos, permiten concretar una didáctica crítica. El primero de ellos es
la consideración de la experiencia laboral en el marco de la experiencia
existencial mayor. Se constituye en la tensión entre el saberse inacabado y el
saberse condicionado en la búsqueda por el ser más y en esa tensión inscribe a
la enseñanza y al aprendizaje. Piensa la educación, y en particular la
enseñanza, pensándose, poniéndose como sujeto desde una mirada existencial que
excede la estrictamente laboral pero a la vez marca, enriquece, otorga sentidos
y direccionalidades a lo laboral; trata de comprender quién es, en el aquí y
ahora, y cómo ha llegado a ser de ese modo. Para ello, recurre a la reconstrucción
de su pasado, revive lo vivido y privilegia
itinerarios educativos una lógica narrativa a través del relato de sus
experiencias. Por las recurrencias en la narración de experiencias de vida,
consideramos a éstas como el segundo de los rasgos que caracterizan la
construcción de su pensamiento.
Un tercer rasgo lo
constituye el valor asignado a la lectura y a la escritura no sólo de la
palabra sino del mundo. En estrecha relación con lo precedente, un cuarto rasgo
es la valoración, tanto como la imposibilidad, de plantear dicotomías o
antinomias entre las prácticas de enseñar, aprender e investigar como partes
del ciclo gnoseológico. Un quinto rasgo consiste en la comprensión de las
prácticas de enseñanza en el marco de las prácticas educativas, consideradas
como prácticas sociales, culturales, históricas, políticas e ideológicas. El
último rasgo característico está dado por la “pedagogización” de la lectura del
mundo que realiza. Es así como la lectura del mundo es constitutiva de su obra.
Este modo de
construcción de pensamiento da origen o permite construir objetos de
conocimiento que pueden aportar a la vocación humana del ser más. En este
sentido, consideramos a los temas generadores como una segunda categoría
didáctica productos de un modo de pensamiento.
Para finalizar, es
importante plantear una postura respecto a la didáctica como elemento clave del
acto pedagógico y esto es que la misma, debe ser el urdimbre que entrelaza las
diferentes actividades que se llevan a cabo en el espacio de aprendizaje, toda
vez que se considera que el docente debe ir adaptando sus estrategias didácticas
al contexto en el que se desenvuelve, considerando oportuno determinar la
actividad del quehacer docente, tanto en las actividades de planificación y
gestión, como en la organización de unidades didácticas, sesiones de clase y en
la preparación de medios, recursos y medidas generales.
REFERENCIAS
Blázquez,
U. (1983). Los fundamentos de una
didáctica crítico-constructiva”. Revista de Educación, n. 280, pp. 37-79.
Molina,
B. (1997). Planeamiento didáctico.
Editorial universidad Estatal a Distancia. Costa Rica.
Morin,
E. (2007). La cabeza bien puesta
(Trad. Paula Mahler). Buenos Aires, Argentina: Ediciones Buena Visión.
Nérici,
I. (1973) Hacia una Didáctica General
Dinámica. Editorial Kapelusz. Tercera Edición. Buenos Aires Argentina.
Piaget
J. (1976). Seis estudios de psicología. Editorial. Signo XXI.
México
Rodríguez,
M. (2010). Formación de Instructores. Serie:
Capacitación Efectiva. Editorial Mc Graw-Hill. México.
Roman,
J. (2017) Métodos Activos para Enseñanzas Medias y Universitarias. Editorial
CINCEL- Kapelusz. Madrid, España.
Rolfes,
M. y Torres, H. (2001). El Planeamiento
Didáctico y su Relación con el Proyecto Curricular de Centro Educativo.
DECUM. Honduras.
Suárez,
Cristóbal (2016). Del dictado de la clase a la
organización de la sesión de aprendizaje.
Instituto de
Pedagogía Popular, Lima
Santini, M. (2003) Categorías didácticas en la obra de Paulo Freire. Trabajo de grado
no publicado para optar al título de Magister en Educación. Instituto
Pedagógico de Caracas IPC.
Torres, A. (2000) Ires y venires en la educación popular en América Latina en La
Piragua, nº 18.
Participantes:
Díaz
Mayra
Carrero
Katiusca
López
Margari
Rivero
Mariela
Rodríguez
Angélica
Solórzano
Yamsy


